Estas manos que piensan cuando ya nada pido
siguen mis dedos aferrados al teclado
pariendo metáforas.

Las palabras me miran
se espejan en mis ojos
perturban el instante.

Comunión del espíritu y las palabras
repiquetean en puntos luminosos en mi mente
distraída.

Las atrapo en vuelo, las acomodo
aprieto sus alas y un polvo de ilusión tiñe mis dedos
ellos cobran vida y aletean sobre el teclado oscuro
se tocan se cruzan
van y vienen
en un ronroneo monocorde
pulsan seleccionan imprimen,
dan vida
mágico momento.

Mi sangre impulsa mis manos
mis dedos atrapan los hilos que aprisionan mis sombras
dudas debilidades y miserias
amores rencores y olvidos
todo en una misma telaraña donde se acomodan las palabras
con textura de luna y agua de manantial
puras prístinas
oscuras acobardadas
vivas al fin.

Cuando ya nada pido
en que nada espero
en el silencio quieto
en el ángulo en penumbras de la tarde que se suicida
en la orfandad de la espera
mis manos seguirán pensando.

Yolanda López Ferrari
(Poeta – Narradora, Belén de Escobar, Buenos Aires, Argentina)